La verdadera riqueza

13.10.2014 06:33

¿La verdadera riqueza de una persona puede medirse con dinero?

Seguramente sí, ya que el dinero es sólo una unidad de medida, tan válida como cualquier otra. Aún cuando podamos pensar en el concepto de riqueza como algo que incluye aspectos no materiales, creo que esos aspectos son factibles de representarse con dinero de cualquier manera, algo que sucede con mucha frecuencia.

Vemos por ejemplo en el ámbito político que se acostumbra a representar la dignidad, o la tolerancia en términos monetarios. Reclamar un “sueldo digno” es, lisa y llanamente, pedir cobrar más plata, o la expresión ”inclusión social”, que tiene tanto auge en la actualidad, es principalmente un conjunto de decisiones políticas destinadas a que los que no tienen dinero tengan un poco más, con lo cual se supone que se van a sentir más incluidos en la sociedad.

Creo que la idea de que el dinero no mide la riqueza de una persona proviene de un prejuicio muy común en el mundo de la “espiritualidad”, que asocia el papel moneda con el materialismo, una confusión bastante difundida y que da para mucha reflexión.

La verdad, no me parece que sea un error medir la riqueza de una persona en dinero.

Lo que sí es bueno tener en cuenta es que la riqueza no es lo que uno ha logrado acumular a su nombre. Esa no es una medida de riqueza sino de capacidad de retención de la energía.

Por ejemplo, la grasa acumulada en el cuerpo es reserva de energía, pero eso no significa que los obesos estén en posición de entregar más energía que las personas flacas, ¡sino más bien todo lo contrario!

Y es que el ser humano no parece ser un acumulador, sino más bien un canal de una energía que está presente y disponible para todos. Nuestro potencial se libera cuando logramos que este canal que somos está limpio, no cuando lo usamos de depósito.

Por eso, si queremos medir la riqueza del ser humano, es perfectamente factible utilizar el dinero, pero no hay que mirar la cantidad que la persona logró acumular en su cuenta bancaria, sino más bien lo que esa persona es capaz de entregar sin condiciones, sin que medie un intercambio. Porque tampoco se puede evaluar la riqueza por el “nivel de consumo”. Eso no es entrega, sino un simple intercambio, y no refleja la riqueza.

Si uno quiere conocer su propia riqueza expresada en papel moneda, lo más acertado es sincerarse completamente, e intentar calcular la cantidad de dinero que se está dispuesto a dar en beneficio de los demás, sin que exista retribución alguna, de ningún tipo. Incluso sin que nadie se entere.