Ley de atracción II

05.09.2010 19:24

La palabra "concebir" suele usarse con dos sentidos: cuando decimos "no puedo concebir que..." hacemos referencia a algo que somos incapaces de imaginar siquiera, porque  lo rechazamos. Usamos esa expresión para referirnos a hechos inaceptables por injustos o crueles, pero la incapacidad de concebir algo es parte del mecanismo de nuestra mente, que basada en creencias, acepta o rechaza ciertas posibilidades.

El otro significado de la palabra hace referencia al hecho de gestar o crear algo.

Lo que postula la ley de atracción hace que estos dos significados estén íntimamente relacionados. Tal vez no sea posible concebir, en el sentido gestar, algo que no concebimos en el sentido de poder imaginarlo.

¿Qué pasa cuando formulamos un pedido que no somos capaces de concebir para nosotros? 

Tal vez el principal impedimento para usar la ley de atracción a nuestro favor proviene de la definición mental que hemos hecho de nosotros mismos, un conjunto de creencias con las que nos definimos, y a las que estamos inconcientemente apegados, que hacen que nos cueste concebir, es decir, imaginarnos inmersos en esa realidad diferente que sería nuestro anhelo cumplido.