Ley de atracción III

A simple vista, pareciera que la ley de atracción describe una manera de concretar nuestros deseos. Nos dice que hay tres pasos: el primero es cuando formulamos el pedido, el segundo ocurre solo: las cosas se acomodan para su realización, y el tercero ocurre cuando aceptamos lo que el Universo nos da. 

Se hace énfasis en que sin este último paso nada ocurre, y que aceptar es experimentar gratitud, alegría y plenitud como si ya hubiéramos recibido lo que pedimos. Viéndolo con atención, este último paso no es compatible con la sensación de desear algo, porque cuando se desea es porque se está experimentando una carencia. 

Es decir que la ley de atracción nos dice que nuestros deseos no se van a concretar, mientras los mantengamos en la categoría de deseos. Creo que esa es la paradoja: pedimos lo que deseamos, pero al desearlo, lo alejamos de nosotros. 
La ley de atracción materializa para nosotros sólo aquello que tenemos la íntima certeza de que nos corresponde por ser los que creemos ser. 

Wayne Dyer dice "no atraes lo que pides, atraes lo que eres". Creo que cuando deseamos algo, debemos ser conscientes de que hoy eso no está en nuestra vida a causa de lo que creemos ser, y que para concretarlo tendremos primero que cambiar, en algún aspecto, esa idea de quienes somos.